¿Está escribiendo un artículo y ha encontrado el ejemplo perfecto? ¡No hay problema! Simplemente reescribe el texto y redacte uno nuevo.
Aunque reescribir parece una obviedad, no es menos que un dolor de cabeza terrible en el ámbito académico, donde una palabra inadecuada puede hacer que retroceda diez pasos.
Cuando se trata de reescribir, el contexto es lo más importante. Pero, ¿qué debe hacer cuando el juego de palabras elimina el contexto y lo deja a merced de la capacidad del lector para leer entre líneas?
¿Quiere evitar estas molestias? Este artículo le mostrará qué debe hacer para dominar la reescritura sin perder el contexto.
En primer lugar, comprenda qué es reescribir. Pongámoslo en perspectiva: tienes un cuento favorito para dormir, pero cada vez que se lo cuentas a alguien, los personajes cambian. O hay un dibujo que te encanta colorear, pero usas otros para hacerlo fresco y novedoso. ¿Entiendes la idea?
Hay muchos beneficios académicos y profesionales cuando se trata de reescribir, como:
¿Suena interesante? A continuación se indican algunos factores más que podrían despertar su interés por reescribir sin cambiar el contexto.
Para entender cómo la reescritura puede mejorar la claridad del contexto que desea incorporar, usemos este ejemplo.
Texto original: “Los resultados reflejan una marcada disparidad en los niveles de estrés entre los estudiantes que trabajan de forma independiente y los que colaboran para lograr los resultados deseados”.
Texto reescrito: “Los resultados muestran que existe una enorme diferencia entre los niveles de estrés de los estudiantes que trabajan de forma independiente y los que trabajan en equipo”.
Usando este caso, vemos que el texto original utiliza un vocabulario más complejo para tratar un tema simple, sin embargo, el texto reescrito dice lo mismo sin todas las artimañas. El contexto del contenido permanece inalterado y se vuelve fácilmente comprensible.
Reescribir también puede ayudarte a escribir mejor en un entorno profesional o cuando se te impone un límite de palabras.
El primer caso es cuando tienes un caso simple pero necesitas presentarlo en un tono formal, por lo que puedes optar por un contenido más breve y directo. En el segundo caso, si hay un concepto con múltiples capas, se puede presentar con una explicación simple pero detallada.
Cambiar enunciados muy largos con léxicos difíciles por oraciones más simples y breves puede ayudar a reescribir sin comprometer el contexto.
Tanto en el ámbito profesional como académico, se espera que se mantenga un tono uniforme al escribir. Reescribir, en este sentido, le ayuda a agregar otros conceptos y perspectivas para agregar profundidad a su trabajo. Con un tono consistente en su texto reescrito, el lector se mantiene interesado y establece su credibilidad.
Al reescribir, puedes moldear o manipular la información como quieras para que se ajuste a tus intereses. El contenido existente, ya sea en forma de medios o palabras, se puede reescribir y actualizar con información más reciente para crear contenido atractivo sin cambiar el contexto.
Evitar el plagio es un paso de vital importancia que no se debe dejar de lado cuando se reescribe un texto, de lo contrario, se trata simplemente de copiar y pegar contenido sin ningún aporte propio, lo que genera contratiempos. Reescribe de tal manera que el contexto permanezca intacto pero el contenido respalde tu idea.
Ahora ya conocemos la importancia de reescribir textos sin cambiar el contexto. Aquí te damos algunos consejos y trucos que puedes tener a mano si quieres hacer el trabajo de forma rápida y eficiente.
Cuando se busca reescribir un texto sin cambiar el contexto, es necesario realizar una investigación exhaustiva sobre el tema. Una de las reglas fundamentales es leer el tema antes de realizar cualquier cambio en el contenido. Estudiar los antecedentes ayuda a comprender el contexto para que su interpretación del tema sea justificable y precisa.
El siguiente paso es comprender su perspectiva y cómo pretende dar forma al contenido sin cambiar el contexto y adaptarlo al argumento. Incorporar sus propias ideas al contenido puede ayudarlo a lograr el contenido deseado sin cambiar el contexto.
Si se te ocurre una idea que mejorará tu contenido, pero tiene párrafos muy largos con léxicos complejos, ¡no te asustes!
Puedes usar un lenguaje más simple para transmitir la misma idea sin cambiar el contexto.
Otra forma de mantener el contexto intacto es cambiar las voces pasivas y activas o cambiar las narraciones en primera y segunda persona. Los cambios estructurales también pueden incluir comenzar o terminar con una cláusula diferente o dividir o combinar diferentes oraciones. Una excelente forma de mantener al lector interesado sin comprometer el contexto es cambiar el tipo de oración, por ejemplo, de declarativa a interrogativa. Esto ayuda a agregar tu toque al contenido reescrito.
El uso de sinónimos relevantes puede ayudarte a que tu contenido suene original y evitar el temor al plagio. Según la audiencia y la naturaleza del tema, los sinónimos adecuados para la idea pueden elevar tus argumentos y hacerlos más sólidos.
Antes de comenzar, lea detenidamente el texto original que desea reescribir y el contenido que está escribiendo. Asegúrese de que, junto con el contexto, el tono del contenido reescrito también sea el mismo. Evite cambiar de perspectiva y trate de leer el texto en voz alta antes de finalizarlo.
¿Quiere evitar la molestia de reescribir manualmente? Siempre puede aprovechar un Reescribidor de textos avanzado de Reescribirtextos.co que hace el trabajo. Reescribirá el contenido sin cambiar el contexto y está a solo un clic de distancia.
Para utilizar una herramienta de reescritura, debe concentrarse en ciertos aspectos. ¿Mantiene el significado original y conserva la esencia? ¿Sigue el tono? ¿Solo realiza cambios lingüísticos o generales? Estos factores son cruciales y deben enfatizarse.
Una vez que la herramienta le brinde los resultados, revise los ajustes menores para asegurarse de que el texto final se alinee con su voz y propósito, ya que puede hacer o deshacer el trato.
En esencia, reescribir sin cambiar el contexto requiere mucho trabajo, pero si eres inteligente y usas los trucos mencionados, hay grandes posibilidades de que logres completar la tarea en la mitad del tiempo que antes. Recuerda que lo importante es el contexto, no la cantidad de palabras o párrafos.